martes, 18 de enero de 2011

Charterville

A propósito d elas ciudades Charter, hay que hacer dos aclaraciones conceptuales fundamentales, que pueden arrojar luz sobre este tema. Experimento y modelo son dos cosas muy diferentes.

"Experimentar" es , según la RAE:
" 4. intr. En las ciencias fisicoquímicas y naturales, hacer operaciones destinadas a descubrir, comprobar o demostrar determinados fenómenos o principios científicos."

En este mismo ámbito de conversación, la definición dada por la Academia sobre "modelar" es:

"4. m. Esquema teórico, generalmente en forma matemática, de un sistema o de una realidad compleja, como la evolución económica de un país, que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su comportamiento."
Llega el momento de preguntarnos: ¿Qué es lo que nos está vendiendo el Congreso Nacional?
En primer lugar, se sabe de la poca divulgacón que le han dado a esta "Propuesta de Ley" (y es que no sé ni cómo llamarla todavía), se manejan dos versiones (ya desde aquí va mal la cosa):
Una, que es la propuesta por el tal Paul Romer, que básicamente consiste en "transformar" (y aquí usamos palabras cada vez menos y menos objetivas) una cierta parte del país en una colonia de ultramar de otro país, utilizando como "modelo" a Hong Kong. Esta propuesta, evidentemente, implica secesíon, traición a la patria y entre diez a quince años de cárcel.
La Segunda, más "light", es una forma enmascarada de la primera ya que dice que no implica la pérdida de la soberanía, pero sí es "autónoma" (tampoco está claro qué se entiende por cada cosa).
La situación se torna místeriosa (casi esóterica) cuando no se explica, ni donde va (o van) a estar emplazada (emplazadas), su cantidad, un presupuesto tentativo, impacto ambiental y otras características que definen a un PROYECTO, PROGRAMA o PLAN, como tal.
Por lo tanto no se puede (ni se debe) usar el término "modelo", por que está claro que no se intenta utilizar el modelo de Hong Kong , ya que sería un delito.
Aun más, se estaría mintiendo al decir que lo que se pretende es realizar un experimento de desarrollo, debido a que un experimento propiamente dicho, implica una serie de condiciones de control, que no están especificadas en ningún lado.
Aun así, se nos pide que confiemos una vez más que un disparate de este calibre va a generar crecimiento ecónomico. Decir esto es casi equivalente a asegurar que la pobreza se va a acabar rezando (mal) un Padre Nuestro.
Lo peor de todo: de cualquier manera insinuar esta "propuesta de ley" sólo es evidencia de que NO HAY CAPACIDAD DE GOBERNAR, ya que no la Justificación de este basilisco, es que "no hay otra manera de traer inversión extranjera a corto plazo" y otras mentiras similares.
Esto de la desesperación y el miedo como recurso mercadológica, le sirvió a Bush para engañar al pueblo estadounidense y gestar así las condiciones para liberar las restricciones al sistema financiero.
Juan Orlando Hernández dijo: "Este decreto va, les guste o no les guste". El derecho a protestar, pues, queda "legislativamente" derogado. Y en estos momentos uno se pregunta dónde están los abogados decentes de este país, las ONG's de transparencia, la UCD, la Resistencia, el Magisterio, La Embajada Americana o la OEA.
Por qué nadie dice nada al respecto y se llaman todos simultáneamente a un silencio cómplice que sólo está fortaleciendo a estas decisiones que son tan lesivas al país cómo otras tantas a las que dicen se han opuesto por principios.
Al menos quedará constancia histórica para que cuando sea tarde, pueda decirles otra vez: "¡se los dije!"

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