Todo parece apuntar a que este es el tema que se tiene que tocar en esta ocasión. Desde que fueran aprobadas en misteriosas sesiones extraordinarias de la primera Legislatura de este Congreso, sustanciales reformas a varios de los artículos de la Constitución, mi campanita de alarma interna no ha dejado de sonar.
El primero, la modificación de la Ley del Plebiscito y el Referendo, donde el Congreso Nacional se otorgara a sí mismo idénticas facultades por las que se depuso al expresidente en el exilio Mel Zelaya; la derogación por sujeto tácito del estatuto del docente (dicha así ,con la gracia trágico-cómica que ha implicado todo este proceso, ya que nadie se responsabiliza ahora que ha sido oficializada, eppur si mouve) las ciudades modelo y otros mitos propios del modernismo que intenta impulsar el Gobierno, en nombre del pueblo.
Después de 28 años, en los que (al menos) dos generaciones de Hondureños de la clase política se han visto favorecidos de las Delicias del Poder y en los que al resto nos ha tocado soportar “La Ley de Herodes”, tienen el descaro de pedirnos (una vez más) un voto de confianza. Qué cara. Sin signos admiración. Este tema ha perdido la capacidad de provocarme alguna emoción.
Antes que se me acuse de no saber de lo que hablo (otro tema recurrente de la semana) los invito a que lean el siguiente texto, recogido de wikipedia:
“La confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne (a) el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de otro. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse del no-control del otro y del tiempo.”
-Laurence Cornu, La confianza en las relaciones pedagógicas
Sublime. Aunque la definición no menciona un aspecto fundamental intrínseco: las hipótesis están fundamentadas en observaciones empíricas y esto, lógicamente, tiene sus implicaciones. Veintiocho años de experiencias negativas, no son precisamente, los cimientos de una confianza sólida y estable. Al contrario, constituyen evidencia experimental suficiente como para convertir nuestra hipótesis en una Teoría, que nos permite darnos cuenta que nos siguen queriendo aplicar nuevamente “La Ley de Herodes”.
El Mundo Moderno, con sus mitos de ciudades modelo, validación de opinión popular, modelos de excelencia en la educación, inversión privada internacional, etc., descansa sobre el fundamento la confianza. No sé ustedes, pero personalmente, me resulta imposible confiar en esta gente. En mi corazón, quisiera creer en la UCD, en la Resistencia, en el Gobierno, en la OEA o en alguien, pero los hechos me indican que no debo: “Maldito el hombre que confía en otro hombre”, reza uno de los libros sagrados.
Lo que existe, pues, es una crisis de confianza, no sólo en el país: la crisis financiera mundial tiene su fundamento en la pérdida de confianza en los mercados. Pero como humanos, seres sociales (más o menos), debemos confiar. La convivencia depende, como cita el texto, de esta apuesta. Y la Gobernabilidad a corto plazo son las fichas que están puestas sobre la mesa.
" - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.”
“La República”,Libro VII, Capítulo I, Platón
Es bien conocido por todos que la democracia es un invento griego, con algunas modificaciones lógicas, desarrolladas fuera del ámbito de la preponderancia cultural helénica , como la abolición de la esclavitud y el sacrificio ritual de los hijos para conseguir viento a favor, en la batalla naval.
También, entre otras maravillas, propias de su acervo cultural, los griegos nos legaron algunos de los textos políticos más interesantes del mundo. Tan es así, que cerca de 2300 años después, siguen vigentes.
Yo tengo uno en particular, que debido a su simplicidad, aplicabilidad y constante versatilidad, es una referencia obligada en muchos de los temas que suelo analizar. Y es “El Mito de la Caverna”.
Ahora (en la misma tónica) les pido que reciten mentalmente la tabla del 7 (la que a mí me costo más aprender en la escuela).¿Fácil no? Seguro que la mayoría la puede recitar de memoria…
Pasemos ahora a un cálculo sencillo. Raíz cuadrada de dos. Si respondieron 1.4142… están en lo correcto. ¿Qué pasa si les pido que describan la ecuación de una n-esfera? Para comenzar ¿Qué es una n-esfera?
Otro ejemplo, (uno menos pretencioso) que ayuda a ilustrar el punto a continuación. Usted (si, usted) es padre de un niño diabético. El Niño Diabético tiene un capricho con un helado. Quiere el helado. Y hace un berrinche para que usted le dé el helado. Usted sabe que el helado le puede hacer daño: el niño diabético ha pasado por una serie de crisis de salud en las últimas semanas y eso lo podría matar. Pero el sigue haciendo el berrinche. ¿Usted qué hace? ¿Le da lo que quiere, o lo que EN REALIDAD necesita?
Creo que a todas luces, los dos puntos que he querido ilustrar. El primero: los gobernantes (nuestros gobernantes) fueron electos para darle al pueblo lo que NECESITA y no lo que QUIERE. Porque (punto No. 2) el niño diabético sigue siendo un niño que no sabe lo que le CONVIENE. En la Fantasía del Niño, el helado le dará la felicidad, pero en realidad, puede hacerle mucho daño.
Esta es la desafortunada realidad de las consultas populares en nuestro país. 28 años de han logrado que la escolaridad en el país se sitúe (fuente oficial, yo tengo mis dudas) en quinto grado. Cerca de seis millones de niños diabéticos de quinto grado, que apenas sabrán la tabla del siete, pidiendo que se les dé el helado.
Las consultas populares son para países que tienen un mayor nivel educativo. Ódienme, pero es la verdad.
Si bien, no se puede hacer nada en este caso (el padre ya está comprando el helado para el niño diabético) no está demás decir estas cosas. Sólo para que sepan de qué murió el niño diabético.